Un día cualquiera en la vida de un agente inmobiliario
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En breve
¿Te gustaría ser asesor inmobiliario, pero te pregunta si podrás seguir el ritmo? Como cualquier actividad comercial, tiene fama de largas jornadas de trabajo. Pero, ¿cuál es la realidad? ¿No se ajustan los horarios de trabajo a la disponibilidad de los clientes? ¿Qué hace un asesor inmobiliario el resto del tiempo? SAFTI te invita a descubrir la profesión desde dentro con un día típico en la vida de un asesor inmobiliario. Así podrás hacerte una idea de las distintas facetas del negocio antes de embarcarte en una nueva vida profesional.
El tiempo de prospección: una parte esencial de la jornada de un asesor inmobiliario
Es importante establecer franjas horarias con actividades claramente definidas y momentos de tranquilidad para concentrarse en las tareas administrativas. Los aesores inmobiliarios no pasan todo el tiempo visitando propiedades. Preparan los paquetes de financiación de sus clientes, reúnen los documentos oficiales necesarios y comprueban los diagnósticos obligatorios.
Tras una breve pausa para el café, es hora de echar un vistazo a los nuevos anuncios que se han publicado para poder llevar a cabo una prospección específica. Los agentes inmobiliarios están al corriente de todas las transacciones inmobiliarias de su zona. Su principal objetivo es añadir inmuebles a su cartera. La prospección determina su calendario.
Los asesores inmobiliarios utilizan su red profesional para ponerse en contacto con clientes potenciales o encontrar propiedades que ofrecer. Dedican tiempo al teléfono, preparan sus campañas de mailing y planifican sus folletos para distribuir.
A pesar de su compromiso profesional, hacen una pausa para comer que les permite seguir trabajando hasta el final de la jornada. En una agencia, el horario laboral está definido por el contrato de trabajo, con horas de presencia obligatorias, a las que hay que añadir las visitas. Si trabajas como asesor inmobiliario autónomo, puedes organizar tu jornada como mejor te parezca. En SAFTI, por ejemplo, los asesores inmobiliarios autónomos pueden adaptar su horario de trabajo a sus horarios familiares.
Horario de visitas: una característica específica de la actividad del asesor inmobiliario
En el día a día de un asesor inmobiliario, las citas con los clientes son ineludibles. A menudo tienen lugar al final del día, después del trabajo o los sábados. Las visitas consumen mucho tiempo: hay que detallar más las valoraciones de los inmuebles para obtener la aprobación del propietario, y la elección de una propiedad debe meditarse detenidamente. Para establecer una relación de confianza con sus clientes, los asesores inmobiliarios se toman el tiempo necesario para tranquilizarlos y convencerlos. Siempre es buena idea ponerse en contacto con ellos tras un periodo de reflexión para conocer su elección final, negociar el precio o discutir sus criterios de selección. La reputación del asesor se basa en su satisfacción. Pero no basta con mantener conversaciones amistosas, por lo que es importante que los asesores inmobiliarios hagan balance de su jornada con regularidad.
Tiempo para hacer balance y tomar decisiones estratégicas para ganar nuevos mandatos
Aunque el asesor inmobiliario tenga un día ajetreado, es buena idea tomar nota de los comentarios de los clientes con los que se encuentra. Esto les ayudará a definir sus objetivos de prospección para los días siguientes. También hay que tener en cuenta el índice de satisfacción de los clientes para ajustar la estrategia de marketing a los distintos prospectos. Esta actividad puede parecer tediosa, pero SAFTI te ofrece un acompañamiento personalizado durante su formación. Te permite adquirir la experiencia necesaria para convertirte en asesor inmobiliario, con las horas de trabajo que vas acumulando.
Los asesores inmobiliarios también se mantienen al día de las tendencias del mercado para poder anticiparse a ellas y asesorar a sus clientes. Trabajar como asesor inmobiliario implica un compromiso con la profesión, con días marcados de diferentes tareas. No todas son igual de interesantes para un vendedor de corazón. Todas deben estar rigurosamente organizadas, para que no se pase por alto ninguna etapa importante del mandato.
Para resumir:
Prospección Telefónica | La prospección telefónica consiste en navegar por portales de anuncios inmobiliarios y contactar con propietarios que han publicado su anuncio por su cuenta, sin pasar por una agencia inmobiliaria. |
Prospeccón Física | El asesor inmobiliario recorre su zona y desarrolla su red dándose a conocer y/o echando folletos en los buzones. |
Valoración inmobiliaria | Se trata de realizar tasaciones inmobiliarias para clientes que desean vender su propiedad. |
Entrada de encargos | Una vez valorado el inmueble, el vendedor firma un encargo de venta con el asesor inmobiliario. Se trata de un contrato que permite al asesor inmobiliario ofrecer la propiedad en venta y organizar visitas a la misma. |